jueves, 1 de septiembre de 2011

"PAN PARA HOY, HAMBRE PARA MAÑANA"


Pan para hoy, hambre para mañana

Reducir recursos para la enseñanza es un suicidio colectivo

No hace falta ser un experto para saber que la educación de calidad de un país es cara, y más cuando los avances sociales posibilitan que toda la población se escolarice hasta la adolescencia y las universidades generen conocimiento. Aunque a algunos países les sale más cara que a otros. En el nuestro, el gasto público en educación con relación al PIB no ha subido en los últimos 10 años, aunque sí lo ha hecho la inversión, pero en términos semejantes al incremento de ingresos. Y eso nos aleja cada vez más de la media en la Unión Europea. Y así nos ha ido y nos va, con un fracaso escolar del 31,2% (aumentando el 7% durante esos 10 años). Y paradójicamente, Europa aboga por que los países miembros elaboren estrategias destinadas a reducir el fracaso escolar hacia finales de 2012. ¿Cómo? La mayoría de Gobiernos autónomos y el Estado ya lo han decidido. La estrategia principal para eliminar el fracaso escolar y aumentar la calidad educativa es reducir los recursos en educación predominante pública.
Y se utiliza el argumento de la crisis económica para aplicar los “recortes” que algunos políticos eufemísticamente denominan “contención y ahorro”. Son las dos concepciones de ver la educación: como gasto o como inversión. Si se ve como gasto, es lógico y coherente reducirlo; si es como inversión, debería analizarse y ser prudente antes de decidir reducir recursos educativos.
Este curso que comienza es el primero que habrá grandes recortes en recursos educativos (parece que alcanzarán en España casi los 2.000 millones de euros). ¿Y qué ocasionará recortar recursos en educación? Dar un paso hacia atrás.
Recortar gastos de los centros, suprimir aulas de acogida, reducir servicios educativos (por ejemplo, la formación) y profesorado, aumentar alumnos por aula, aumentar horas lectivas al profesorado, amortizar jubilaciones, etcétera. Seguramente hará reducir el gasto, pero también tendrá consecuencias nefastas a medio y largo plazo. Porque si no se invierte en educación no se invierte en el sistema social, donde la educación es uno de los pilares básicos del futuro. Justo en este momento sería uno de los capítulos donde invertir para ver los frutos de aquí a unos años.
En el mundo de las redes, de la tecnología, de la información, reducir recursos educativos es como un suicidio colectivo. Cuando un país reduce la inversión en educación, aumenta la pobreza económica y social, ya que no puede asistir a todos con calidad y eso hará aumentar el fracaso y el abandono del sistema. Y cuando uno abandona la escuela aumenta el riesgo de pobreza, de desempleo y quedar marginado socialmente. Y eso a la larga lo pagaremos todos.
El curso que viene lo iremos viendo. Profesores cansados e intensificados haciendo más trabajo del que deberían hacer y ello hace que algunos no lo hagan tan bien. Servicios que se habían conquistado y que introducían ilusión educativa como formación, atención a la diversidad, reducción de ratios, construcciones apropiadas, actividades paralelas…, irán desapareciendo de nuestro sistema educativo y eso a la larga se pagará. ¿O se espera que no invirtiendo en educación el país reduzca el fracaso, avance científicamente y socialmente? No creo que haya tanta gente ingenua que lo crea. Al tiempo.
Francisco Imbernón es catedrático de Pedagogía de la Universidad de Barcelona y director del Observatorio Internacional de la Profesión Docente.
(Fuente periódico EL PAÍS, 1 de agosto de 2011)

miércoles, 23 de marzo de 2011

El abandono escolar....

El abandono escolar se fragua en primaria y a los 19 es irreversible

Un estudio dibuja el inicio y desarrollo del mayor problema educativo español

J. A. AUNIÓN - Madrid - 21/03/2011

El desenganche educativo, lo que se llama abandono escolar temprano, está listo para sentencia a los 19 años. A partir de esa edad, las medidas de reenganche apenas funcionan. A los 19, un 12,5% de los chavales ha dejado los libros sin lograr el título más básico, el de ESO. Otro 20% lo tiene, pero también ha dejado los estudios, la mayoría de ellos, probablemente, tras intentar sin éxito graduarse en Bachillerato o FP. En definitiva, un 32% que se mantiene hasta los 24 años y que deja a España como el tercer país europeo con más abandono. El objetivo de España es reducir a la mitad hasta 2020 ese porcentaje de jóvenes de 18 a 24 años que deja de estudiar sin graduarse, al menos, en Bachillerato o FP.
El Observatorio de la Educación de la Fundación 1º de Mayo de CC OO ha decidido indagar un poco más en la cuestión a través de los datos de laEncuesta de Población Activa (EPA). Los autores han repasado entre 2001 y 2009, la situación de la cohorte de jóvenes nacidos en 1985 (no es un estudio longitudinal, pero es lo más parecido si no se hace un seguimiento individual de los alumnos) para ver cómo se desarrolla y se materializa un problema que además es muy persistente: apenas se ha movido durante toda la década de ese 32%, el doble de la media europea.
Así, lo primero que queda claro con el trabajo es que más de la mitad de los que abandonan lo hacen habiendo obtenido el título de la ESO, luego las cifras de los que no alcanzan los objetivos básicos de la escolarización obligatoria (fracaso) y la de abandono no coinciden. Sin embargo, el dato sí es consistente con el seguimiento que el  sociólogo de la Complutense Mariano Fernández Enguita hizo -en un trabajo del año pasado editado por La Caixa- de un grupo de 855 alumnos y que dio como resultado que el 57,2% abandonó en Bachillerato o FP.
En cuanto al resto, de ese 12,5% que han dejado los libros antes de conseguir la ESO, buena parte de ellos ni siquiera llegó a cursar 4º de ESO, y seguramente, tampoco 3º, cursos en los que se sitúan las principales medidas de apoyo contra el abandono escolar como la diversificación curricular (programas con contenidos suavizados y menos asignaturas y profesores) y los programas preprofesionales (PCPI). Tampoco, por supuesto, estos alumnos llegarían a alcanzar ese nuevo 4º de ESO con carácter orientador (bien hacia la FP o hacia el Bachillerato).
El caso es que antes de llegar a 4º ESO ya se han perdido muchos por el camino: la cifra de alumnos en ese curso es el 81% de los que empiezan primero. "A nuestro entender, la ausencia de medidas eficaces al terminar la primaria y en el primer ciclo de la ESO permite que haya alumnos que abandonen los centros educativos en 2º, sin apenas poder beneficiarse de medidas de atención educativa", escriben los autores, Manuel de la Cruz y Miguel Recio. Por ejemplo, un 15,8% de los alumnos ha repetido ya en primaria, con lo cual, "llegan a 1º de ESO con 13 años; repiten 1º con 14 años; pasan a 2º con 15 años y en ese año -o, si repiten 2º, en el curso siguiente- al finalizar, cumplen los 16 y pueden irse".
Los autores también cargan contra la repetición, al igual que hizo el estudio dirigido el año pasado por Fernández Enguita. Es cierto que quizá repiten los alumnos que peor van, y por eso abandonan luego, pero lo que queda claro es que con la repetición, tal y como está concebida ahora, no se soluciona el problema. Más del 80% de los que abandonan habiendo conseguido el título de ESO, han repetido algún curso, y por supuesto, la práctica totalidad de los que abandonan sin el graduado.
El impacto sobre la economía
El abandono escolar temprano es uno de los principales problemas de la educación española. Así lo dice la comparación internacional y también han insistido en ello organismos internacionales, que alertan sobre el impacto negativo que este dato puede tener sobre la economía española. El ministro de Educación, Ángel Gabilondo, suele insistir en que el problema tiene que ver con las diferencias sociales y con una economía que durante muchos años ha estado basada en sectores como la construcción y el turismo. Un contexto en el que las personas sin ninguna cualificación pueden encontrar fácilmente un trabajo.
Pero muchos especialistas, sin embargo, insisten en no olvidar que la escuela tiene que hacer su parte, es decir, compensar esas diferencias sociales y ese contexto negativo. Y las medidas educativas puestas en marcha durante la última década no han conseguido prácticamente nada.
Ahora se acaban de aprobar nuevas medidas: se adelanta a los 15 años la edad para acceder a programas adaptados y preprofesionales y se flexibiliza el sistema para facilitar el reenganche de los que abandonaron. Y la situación económica ha dejado patente que, cuanta menos formación, más fácil es quedarse en el paro.

sábado, 19 de febrero de 2011

El error de desoír a Bill Gates

GABRIELA CAÑAS 18/02/2011 EL PAIS

Bill Gates, el segundo hombre más rico del mundo, ha financiado un documental titulado Waiting for Superman en el que aborda los problemas del sistema educativo estadounidense. Para Gates, la economía global requiere gente mejor educada porque, entre otras cosas, cada vez hay menos puestos de trabajo para quienes abandonan los estudio

Los recortes financieros amenazan con agravar el déficit de calidad que sufre la educación española

Los economistas saben bien de la importancia de la educación, una inversión siempre productiva que eleva la competitividad y el valor añadido de un país. "No existe una inversión más rentable", dice Guillermo de la Dehesa. "Los grandes periodos de divergencia en el PIB per cápita español [con el resto de la UE] están asociados con épocas de retroceso en los niveles de escolarización", dicen Carreras y Tafunell en su libro Historia económica de la España contemporánea (Editorial Crítica) que constata que, en efecto, España desaprovechó la primera globalización previa a la I Guerra Mundial y perdió terreno dramáticamente en el decenio posterior a nuestra Guerra Civil.

Conviene recordar todo esto porque, con todas las distancias de los ejemplos citados, España parece estar dispuesta a tropezar en la misma piedra que dificultó su convergencia con las grandes potencias europeas en el pasado. Ahogadas por el déficit presupuestario, las comunidades autónomas, gestoras de la educación, han optado por recortar los gastos en este capítulo en un 5% para 2011, lo que supone una reducción de unos 1.800 millones de euros. Es un tijeretazo que se ha acometido fundamentalmente gracias al recorte del sueldo de los funcionarios dictaminado por el Gobierno central en un panorama general en el que las reformas económicas han abundado más en simples reducciones de gasto que en propuestas realmente reformadoras capaces de equipar mejor a este país para el futuro y para afrontar mejor crisis venideras. Tal es la filosofía que alienta también esta política miope de reducir el flujo financiero a nuestras aulas.

Es una pena que esta visión cortoplacista se haya generalizado en un momento tan crucial como este. España invierte en educación menos dinero en relación con el PIB (4,3%) que lo que se invierte como media en la UE (5,05%) y en la OCDE (5,3%). Pero, al tiempo, dada la reducción del número de alumnos debida a la baja tasa de natalidad española, el gasto por estudiante se había situado en estos últimos años ligeramente por encima de la media de los países desarrollados. Todo parece indicar que España está dispuesta a perder también esa pequeña, pero histórica, ventaja comparativa.

De hecho, se podría afirmar que ya se está perdiendo y no solo por el recorte presupuestario al que se han lanzado las autonomías, con especial énfasis en Madrid, Castilla y León y La Rioja. Los resultados del informe PISA, el análisis que la OCDE realiza sobre la capacidad de los jóvenes de 15 años de 65 países, deja sistemáticamente en evidencia la calidad del sistema educativo español. Por otra parte, la tasa de abandono escolar (31,2%) más que duplica a la media de la UE (14,4%) y es ya una deficiencia crónica del sistema español. Además, ninguna de las universidades españolas aparece en el ranking de las 100 mejores universidades del mundo. El panorama es desolador y los recortes financieros no harán más que agravarlo si se tiene en cuenta que con ellos se han reducido los salarios de los profesores, lo que, según los expertos, siempre repercute negativamente en la calidad de la enseñanza.

Es previsible que próximos informes nos devuelvan a la melancolía que produce la constatación de que carecemos de gestores capaces de trabajar en el largo plazo y de administrar correctamente, en el corto, el dinero público que los contribuyentes han puesto en sus manos para velar por la educación de las nuevas generaciones.

El modelo de crecimiento español necesita un giro; una reforma profunda. Los políticos lo sabían mucho antes de que estallara esta crisis. Los Objetivos de Lisboa marcados por la UE hace 11 años ya señalaban la necesidad de convertir a Europa para 2010 en la zona más competitiva del mundo basada en una economía del conocimiento y pedían elevar al 3% del PIB la inversión en I+D+i. No se logró; tampoco en España, donde el primer Gobierno de Rodríguez Zapatero dio un primer e importante impulso a tales directrices que quedaron en suspenso por la crisis, pero también por el espejismo que el ladrillo ejerció haciéndonos creer, gracias a un vigoroso crecimiento económico antes de 2008, que nuestros problemas estructurales estaban resueltos. Estos han quedado de nuevo al descubierto con toda su crudeza: mano de obra poco cualificada, baja productividad, poca competitividad y paro galopante cuando la economía se estanca.

Bill Gates, como Guillermo de la Dehesa y tantos otros, tiene razón. Pero se da la circunstancia de que los resultados de una política que invierta en educación e investigación solo se perciben una década después de ponerla en marcha. Así que, de la misma manera que los responsables políticos de la educación de hoy tienen que dar cuenta de los errores del pasado cada vez que se publica un nuevo informe PISA, a los de dentro de 10 años le tocará hacer lo propio por los errores de los actuales. Es un círculo vicioso del que es imperativo escapar.

martes, 8 de febrero de 2011

Por la IGUALDAD de oportunidades en la Escuela Pública

COMUNICADO  A LA OPINIÓN PÚBLICA:
LOS “RECORTES” EN EL CURSO ACADÉMICO 2010-2011

Octubre de 2010

La Administración educativa de la Comunidad de Madrid, como consecuencia de la crisis económica, ha realizado una serie de recortes en el presupuesto del gasto público en Educación para el curso académico 2010-2011 que van a repercutir de forma negativa en la organización y funcionamiento de los centros de educación pública como el nuestro.
De la larga lista de recortes que estamos padeciendo vamos a mencionar a continuación algunos de los que van a afectar más directamente a vuestros hijos en este curso.
1º Reducción del número de profesores y aumento de la relación alumnos-profesor por aula.
2º Reducción de los desdobles en la E.S.O. al mínimo legal.
3º Reducción de profesores de compensatoria para los alumnos con carencias educativas.
4º Restricciones en las sustituciones a profesores de baja por un periodo inferior a 15 días.
5º Disminución de las ayudas de libros y de comedor y de las actividades extraescolares subvencionadas.
Nuestra intención con este comunicado no es alarmaros sino simplemente informaros de cómo está la situación porque creemos que tenéis derecho a conocerla. También nos gustaría transmitiros que como profesionales de la Educación intentaremos que el impacto de los “recortes” descritos perjudique lo menos posible a vuestros hijos, aunque va a ser prácticamente imposible que no se vean afectados de una u otra manera.
Nos gustaría contar con vuestra comprensión y colaboración para conseguir entre todos que la Administración retire o minimice los “recortes” descritos porque ponen en serio peligro una enseñanza pública de calidad y el derecho a la educación en igualdad de oportunidades.

Plataforma por la Escuela Pública de Ciudad Lineal
(Colectivo del Profesorado del I.E.S. Francisco de Goya-La Elipa)